Lechuza de Minerva

Lechuza de Minerva
No se puede aprender filosofía, tan sólo se puede aprender a filosofar. Inmanuel Kant

martes, 12 de octubre de 2010

Desfondamiento


   Para comenzar con la presente unidad hablamos del “Desfondamiento”. Según Luis Cencillo (1923-2008), filósofo, antropólogo y psicólogo español, en su libro "Tratado de la intimidad y los saberes", lo propio del ser humano “es mutar sus comportamientos sin cesar”. Según el mismo autor, el hombre nace con una “indeterminación radical”. Esto significa que no está dotado por naturaleza de una base que le permita guiar unívocamente su existencia. A diferencia del animal muestra una carencia en tal sentido y debe mediatizar la naturaleza y su entorno.
   Que el hombre “Mediatice”, significa que la realidad inmediata con la cual se relaciona, no es la naturaleza misma (como si lo es en el caso de los animales que actúan por instinto), sino por el contrario, el hombre antes de enfrentarse con la naturaleza, se enfrenta con la cultura, y son los elementos culturales los que llenan nuestro "vacío" o indeterminación.
   Como tenemos esta indeterminación, debemos buscar la forma de llenar esta carencia, por ello “absorbemos” la cultura, todo ese hacer humano que nos proporciona directrices para saber a que atenernos frente a la realidad.
   Es así como en el proceso de sobrevivencia, el ser humano debe crear un fondo. “En la creación de tales modos, señala Cencillo, el hombre elabora un mundo, una cultura, en la cual y mediante la cual la realidad adquiere un sentido”.
   Por todo esto, el hombre es un ser desfondado. Lo cual significa que no recibe nunca, por parte de su constitución natural y física, una “determinación firme, fija y universal”.
   Desde esta perspectiva, las creencias, ideas, tradiciones, rituales, costumbres, entre otros, sustentados por los pueblos y religiones actúan como la base que falta a la humanidad en forma natural, sin embargo dice Cencillo, esto no anula su situación inicial de indeterminación radical o desfondamiento.
   Literalmente, el ser humano debe tener algo de lo cual “agarrarse”. De allí que surjan en el lenguaje popular expresiones tales como: “Se le está moviendo el piso”, o “tocó fondo”, etc. que está representando la necesidad de que “algo”, sustente todo actuar y que le asigne sentido y significado a todo lo que el ser humano es y hace.
Así, elaboramos culturas o “mundos” distintos, que hacen de base y puntos de referencia para nuestra indeterminación.

Según esto:
  • ¿Cuáles son las bases culturales que determinan tu fondo?
  • ¿Qué diferencias y consecuencias morales crees que surgen a partir de las diferencias entre “fondos”?

Para más información respecto a este tema puedes visitar:
"Tratado sobre la Intimidad y los saberes", Luis Cencillo.
"Elementos para una Filosofía de la Cultura", Patricio Oyaneder.

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